El sur de los Estados Unidos es un lugar con una personalidad muy peculiar. Down evoca perfectamente esa personalidad y le añade un singular toque metalero que muestra la calidad de los miembros de la banda.
Phil Anselmo se desgarra el alma al afirmar que se siente dominado por el poder de los acordes de Pepper Keenan. A este macabro coctel lo complementan el bajo de Rex Brown y las percusiones de Jim Bower.
“II” es misteriosamente un disco increíblemente polarizante. Sus opositores afirman que suena mucho a Black Sabbath y a los grandes originales el Heavy Metal. Mi problema es que dicen de forma peyorativa. La perfecta combinación de la densidad de Black Sabbath con la energía y la idiosincrasia de Lynyrd Skynyrd es lo que hace a este material genial.
Down es una perfecta muestra de que el total es mucho más que la suma de sus partes. Si así suenan los fantasmas que vagan alrededor del Mississippi, no me molestaría que me siguieran por toda la eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario