Después de la blasfemia auditiva que fue St. Anger en el 2003, prácticamente todos los fanáticos de Metallica los habiamos dado por muertos. No había forma de que una banda que había lanzado tal atrocidad recuperara el status legendario que antes tenían ¿O Si?
Death Magnetic demostró que no está muerto lo que yace eternamente y que la resurrección artística es posible. Desde el primer track hasta el último Metallica demuestra que recuperaron la técnica que los hizo famosos. Potentes acordes, geniales solos y memorables letras, todo estaba ahí. Desafiaron todos los prejuicios que tenías y revivieron a una leyenda que llevaba prácticamente 15 años en coma.
Además parte del mérito de Death Magnetic es el alcanze que tuvo, ya que a pesar de ser un disco indudablemente de Trash, ha logrado bastante aceptación por parte tanto del mainstream como de los fans del Metal Underground.
Hetfield, Ulrich, Hammett y el joven Trujillo se muestran al tope de su talento. Tocando sus instrumentos a la perfección y construyendo melodías impecables.
Death Magnetic revivió a una leyenda, mostró a una nueva generación la grandeza de Metallica y va a traer a la legendaria agrupación de San Francisco a Guadalajara. ¿Qué más se le puede pedir a un disco?
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